Leishmaniosis en Perros
Qué es, Síntomas, Prevención y Tratamiento

La leishmaniosis canina es una enfermedad infecciosa grave causada por el parásito protozoario Leishmania infantum.
Esta patología afecta principalmente a los perros, pero también puede presentarse en otros animales y humanos.
Distribución y Riesgo
Áreas Endémicas en EEUU
Es más prevalente en el sur del país, especialmente en estados como Texas y California.
Las condiciones climáticas en estas regiones pueden favorecer la presencia de flebótomos, los insectos vectores de la enfermedad.
Áreas Endémicas en España
En España, las áreas endémicas de leishmaniasis comprenden las Islas Baleares, Comunidad Valenciana, Andalucía, Cataluña, Murcia, Cáceres y Ourense
La prevalencia de la enfermedad varía significativamente entre regiones, oscilando entre el 2% y el 57.1%.
En las áreas de mayor riesgo, la infección en perros supera el 17% .
Las Islas Canarias son la única comunidad autónoma libre de casos de leishmaniasis.
Otras zonas con menor incidencia incluyen Galicia (excepto Ourense), Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, La Rioja y algunas provincias de Castilla y León .
Es fundamental tener en cuenta que, aunque hay zonas con mayor riesgo, la leishmaniasis es una enfermedad endémica en todo el país y puede contraerse en cualquier momento del año, especialmente en las áreas mencionadas.
Qué es la Leishmaniosis Canina
La leishmaniosis canina es una infección parasitaria transmitida por la picadura de flebótomos, insectos similares a los mosquitos.
El parásito Leishmania invade las células del sistema inmunológico de los perros y puede provocar síntomas graves, como úlceras en la piel, pérdida de peso, anemia y problemas en los órganos internos.
¿Cómo se Transmite?
La transmisión de la leishmaniosis canina ocurre principalmente a través de la picadura de flebótomos infectados.
Estos insectos suelen ser más activos durante las estaciones cálidas y húmedas.
La enfermedad no se transmite directamente de un perro a otro ni a través del contacto humano.
No obstante, las personas que viven en áreas donde los flebótomos están presentes deben tomar precauciones para proteger tanto a sus mascotas como a ellos mismos.
Afectación en Diferentes Razas
Esta enfermedad puede afectar a todas las razas de perros, aunque hay estudios que han demostrado una mayor incidencia en perros de razas grandes en comparación con las pequeñas.
También se ha observado que los perros más jóvenes (menos de un año) tienen una seropositividad más alta en comparación con los perros mayores.
La progresión de la enfermedad depende de diversos factores como la salud general del perro y la fortaleza de su sistema inmunológico.
Manifestación de los Síntomas
Los síntomas de la leishmaniosis pueden tardar entre 4 y 6 meses en manifestarse tras la picadura del mosquito infectado.
En su etapa inicial, la enfermedad puede presentarse con síntomas dermatológicos y no específicos, como:
✔️ Atrofia muscular
✔️ Apatía
✔️ Episodios de fiebre
✔️ Exceso de lagrimeo e inflamación de párpados
✔️ Cojera sin causa aparente
A medida que la enfermedad progresa, los síntomas pueden incluir:
✔️ Crecimiento desproporcionado de las uñas (onicogrifosis)
✔️ Ganglios inflamados o aumentados
✔️ Alopecia y úlceras en zonas como las orejas y alrededor de los ojos
✔️ Pérdida de peso inexplicada
En su estado avanzado, la leishmaniosis puede afectar órganos internos como riñones, bazo e hígado, causando hemorragias nasales, patologías renales y agrandamiento del hígado y el bazo, lo que puede llevar a la muerte del animal si no se trata adecuadamente.
Diagnóstico de la Leishmaniosis Canina
El diagnóstico de la leishmaniosis se puede confirmar mediante la detección de anticuerpos en el organismo del perro, presencia directa del parásito a través de técnicas de biología molecular o citologías, y biopsias de tejidos.
Es esencial realizar analíticas periódicas específicas (IFI, ELISA, PCR) para descartar la infección ante la mínima sospecha.
El veterinario puede realizar un examen físico completo, análisis de sangre para detectar anemias y desajustes en glóbulos blancos, y pruebas adicionales como el proteinograma para medir las inmunoglobulinas sanguíneas y evaluar la carga parasitaria.
Tratamientos
El tratamiento de la leishmaniosis canina varía según la gravedad de los síntomas y la afectación de los órganos internos.
Los principales fármacos utilizados incluyen:
💊 Alopurinol: Administración oral cada 12 horas durante 6-12 meses.
💊 Antimoniato de meglumina (Glucantime): Inyecciones cada 12 horas durante 6 semanas, con cuidado especial en perros con problemas renales.
💊 Miltefosina (Milterforan): Administración oral cada 24 horas durante 4 semanas.
El veterinario puede combinar alopurinol con otro de los fármacos mencionados según la carga parasitaria y la salud del perro.
El tratamiento también puede complementarse con una dieta específica adaptada para reforzar el sistema inmunológico y evitar la formación de cálculos renales.
Prevención de la Leishmaniosis
La prevención de la leishmaniosis es fundamental para evitar el contagio.
Las medidas preventivas incluyen:
🧴 Repelentes (spray, pipetas, collares): Aplicación de sustancias repelentes en la piel del perro para prevenir picaduras de mosquitos.
💉 Vacuna contra la Leishmania: Administración a partir de los seis meses de edad. No previene la infección pero reduce el riesgo de progresión de la enfermedad.
💊 Fármacos para potenciar la inmunidad: Uso de domperidona para estimular la respuesta inmune celular.
🩸 Test serológicos periódicos: Realización de pruebas cada seis meses, especialmente en zonas endémicas.
Casos Especiales y Excepciones
Existen casos en los que los perros pueden ser portadores del parásito sin desarrollar síntomas de la enfermedad.
Estos perros pueden vivir sin problemas de salud mientras su sistema inmunológico se mantenga fuerte.
Sin embargo, una bajada súbita de defensas puede desencadenar la enfermedad
Qué Hacer en Caso de Recaída
Si un perro tratado de leishmaniosis muestra signos de recaída, es crucial llevarlo al veterinario para una evaluación completa.
Las pruebas recomendadas incluyen:
– Exploración física exhaustiva
– Análisis sanguíneo y bioquímico
– Proteinograma
– Serología
El veterinario ajustará el tratamiento según los resultados de estas pruebas para asegurar la mejor respuesta posible del perro.
La alimentación adecuada es una parte esencial del manejo de la leishmaniosis canina, especialmente porque esta enfermedad puede afectar la salud general y la función de órganos en los perros.
Aquí te detallo algunas recomendaciones para la dieta de un perro con leishmaniosis:
Dieta Equilibrada
Proteínas de Alta Calidad: Los perros con leishmaniosis pueden tener problemas con la digestión y la absorción de nutrientes. Opta por carnes magras como pollo, pavo y pescado.
Carbohidratos Digestibles: Los carbohidratos deben ser fáciles de digerir y pueden incluir arroz, patatas o batatas, que son buenas fuentes de energía y fibra.
Grasas Saludables: Incluye fuentes de ácidos grasos esenciales, como aceite de pescado o aceite de coco, para apoyar la salud de la piel y el pelaje y reducir la inflamación.
Soporte para Órganos
Rico en Antioxidantes: Las frutas y verduras como zanahorias, espinacas y arándanos pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y a combatir el estrés oxidativo causado por la enfermedad.
Suplementos Específicos: Considera suplementos como vitaminas B y E, y minerales como zinc y selenio, que pueden ayudar a mejorar la función inmunológica y la salud en general.
Control del Peso y Problemas Renales
Dieta Baja en Sodio: Si la leishmaniosis ha afectado los riñones del perro, una dieta baja en sodio puede ser beneficiosa para evitar la retención de líquidos y el aumento de la presión arterial.
Control del Peso: Mantén un peso saludable para evitar la sobrecarga de los órganos y para mejorar la respuesta al tratamiento.
Hidratación Adecuada
Agua Fresca: Asegúrate de que tu perro tenga acceso constante a agua fresca para prevenir la deshidratación, especialmente si está tomando medicamentos que pueden causar efectos secundarios como la pérdida de apetito o diarrea.